Las nuevas tecnologías y la Web pueden potenciar el interés por la lectura.
Un estudio señaló que el 60% de los chicos que más lee, usa la PC para hacer la tarea. Así lo reflejó una encuesta sobre los consumos culturales de los chicos de entre 11 y 17 años, realizada por el Ministerio de Educación de la Nación, que indicó que quienes usan la PC para buscar información leen más libros.
En números, el estudio expresó que el 60% de los que lee tres libros por año, usa la computadora para buscar información y hacer la tarea, mientras que los que leen un libro por año usan la PC principalmente para jugar.
Además, algunas organizaciones educativas utilizan la Web para acercarlos a la lectura: tal es el caso de la Fundación Leer, que implementa un proyecto basado en el uso de Internet en el que los chicos conocen a autores de literatura infantil accediendo a páginas Web donde tienen la oportunidad de chatear con ellos y generar blogs, para expresar sus experiencias como lectores.
“Los chicos utilizan estas herramientas como canales de expresión de sus gustos literarios, para recomendarse textos o para conformar grupos con afinidades”, dice Rocío Bressia, de la Fundación. En este sentido, Internet los lleva a las lecturas que ellos buscan y que les interesan.
Pero, ¿existe relación entre el uso de la PC y el hábito de leer? “Hay una idea muy difundida de que las tecnologías causan efectos sobre la sociedad y son las culpables de las cosas buenas y malas, y en realidad no es así. La tecnología y la sociedad tienen una relación mutua. Los chicos no leen menos porque usen Messenger. Leen menos porque hacen otras cosas que les resultan más interesantes”, explicó Fabio Tarasow, coordinador de Educación y Nuevas Tecnologías de Flacso.
Para Débora Kozak, asesora del Ministerio de Educación, hay mucho de mito en esto. “Los chicos siguen siendo buenos lectores. Lo que sí es real es que pasan mucho más tiempo frente a la computadora, que va en detrimento no sólo de la falta de tiempo dedicado a la lectura sino también de otras actividades. Los chicos leen mucho más en la PC que lo que leen en libros”, expresó.
Sin embargo, no es lo mismo hacerlo en una pantalla que en un libro. “En Internet, el lector se encuentra con hipertextos. Se le propone una lectura no secuencial, a ‘medida del usuario’, porque es él mismo quien decide hasta dónde llegar. El libro, en cambio, exige una lectura más sostenida y ordenada”, manifestó Anabella Saks, del Área Educativa de la Fundación Leer.
Otra cosa que preocupa a los expertos es la calidad de los textos que circulan en Internet. El desafío, explican, pasa por enseñarle a los chicos criterios de discriminación en relación al uso de fuentes y a las lecturas.
“Los chicos utilizan estas herramientas como canales de expresión de sus gustos literarios, para recomendarse textos o para conformar grupos con afinidades”, dice Rocío Bressia, de la Fundación. En este sentido, Internet los lleva a las lecturas que ellos buscan y que les interesan.
Pero, ¿existe relación entre el uso de la PC y el hábito de leer? “Hay una idea muy difundida de que las tecnologías causan efectos sobre la sociedad y son las culpables de las cosas buenas y malas, y en realidad no es así. La tecnología y la sociedad tienen una relación mutua. Los chicos no leen menos porque usen Messenger. Leen menos porque hacen otras cosas que les resultan más interesantes”, explicó Fabio Tarasow, coordinador de Educación y Nuevas Tecnologías de Flacso.
Para Débora Kozak, asesora del Ministerio de Educación, hay mucho de mito en esto. “Los chicos siguen siendo buenos lectores. Lo que sí es real es que pasan mucho más tiempo frente a la computadora, que va en detrimento no sólo de la falta de tiempo dedicado a la lectura sino también de otras actividades. Los chicos leen mucho más en la PC que lo que leen en libros”, expresó.
Sin embargo, no es lo mismo hacerlo en una pantalla que en un libro. “En Internet, el lector se encuentra con hipertextos. Se le propone una lectura no secuencial, a ‘medida del usuario’, porque es él mismo quien decide hasta dónde llegar. El libro, en cambio, exige una lectura más sostenida y ordenada”, manifestó Anabella Saks, del Área Educativa de la Fundación Leer.
Otra cosa que preocupa a los expertos es la calidad de los textos que circulan en Internet. El desafío, explican, pasa por enseñarle a los chicos criterios de discriminación en relación al uso de fuentes y a las lecturas.
Fuente: Clarín.com